Piel sensible

Hoy es de esos días que la llamada ancestral te lleva inexcusablemente hacia la piel sensible. La polis histórica expone su convocatoria de cultos invitándote a hacer protestación de fe con su cita primaveral. Y te dejas llevar, deambulando con la mirada queda en el presente, pero guiñando constantemente al pasado y proyectándolo en el futuro de quien llevas de la mano. Escudriñamos esquinas, plazas, edificios, iglesias, historias... Alfalfa, San Isidoro, Plaza del Pan, El Salvador, Cuna, Encarnación, Santa Catalina, Pila del Pato, Convento de San Leandro y San Ildefonso donde otrora me sacaron de pila -bautismal se entiende, de nuevo pasado y futuro siempre presente-. Completamos el círculo viendo en su carita la ilusión por aprehender lo que a su vez me transmitieron y, cumplimentada la cita con paraítas irremisibles en “El Rinconcillo” y en “El Bacalao” donde se celebran los mejores cabildos cofrades entre delicias gastronómicas, nos despedimos hasta inminente ocasión con un cálido beso. El que sepa descifrar las claves sevillanas sabrá sin dificultad lo que desprende su piel por estas calendas en el detalle de la imagen.
Gloria bendita.