sábado, 31 de enero de 2009

El Templete de la Cruz del Campo


Las hermandades y cofradías sevillanas, mucho antes de que el cardenal Niño de Guevara unificara sus itinerarios en 1604 preceptuando realizar estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana, celebraban sus actos religiosos mediante Via Crucis a distintos puntos de la ciudad como ermitas, hospitales o humilladeros. Uno de estos ejercicios piadosos tenía término en el Templete de la Cruz del Campo junto al acueducto o caños de Carmona, en el camino de Alcalá, vía de acceso muy transitada de la ciudad. En 1521, después de un viaje a Tierra Santa, D. Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa, constituyó el popular Via Crucis que partía desde su residencia en el Palacio de Medinaceli -vulgo Casa de Pilatos- hasta un pilar en la Huerta de los Ángeles, posteriormente ampliado en el siglo XVII al humilladero de la Cruz del Campo, rememorando la distancia recorrida por Jesús desde el Pretorio hasta el Calvario.

Es innegable que este punto ha sido referencia histórica, se constata la cimentación de origen romano por lo que puede llevarnos a la idea que existiera un templete dedicado a una divinidad protectora y que en época cristiana también al parecer se erguía en este lugar una Cruz cuyo origen pudiera retrotraernos a la Reconquista del Rey Santo que acampó en estos lugares bien dotados de agua y vistas por su elevación sobre la ciudad. Su fisonomía actual se debe a la reconstrucción ordenada en 1482 por D. Diego de Merlo, Adelantado Mayor de Sevilla, con cruz labrada en piedra y cubierta con un templete mudéjar. En el siglo XX su imagen medieval se convirtió en icono de nuestra marca de cerveza, CRUZCAMPO, cuya fábrica se instaló en 1904 a escasos metros del edificio.

Por último debemos destacar la restauración del Templete culminada en marzo de 2008 a través del convenio entre la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla y Heineken España, donde se ha devuelto al edificio su aspecto original ya que el mismo presentaba serios daños debidos a varios factores -contaminación, vandalismo, palomas, elementos vegetales, etc.- y alguna que otra intervención histórica desafortunada como la de picar todas las fachadas dejando el ladrillo visto que confirió una imagen distinta a generaciones posteriores. Los trabajos de conservación y restauración consistieron en la preservación de la integridad del objeto original, enfoscado con mortero de cal los muros, la cúpula con estuco, colocación de púas para el posamiento de palomas, y se han mantenido con ladrillo visto los arcos apuntados y cornisas, que son los únicos elementos que originalmente eran de ladrillo. En la cruz también se ejecutó la restauración y como curiosidad se hallaron en el interior de la cúpula restos de una inscripción inédita en caracteres humanísticos además de la recuperación de la filacteria gótica que nos indica quién lo contruyó, en qué fecha y otros detalles. La verja exterior también se ha restaurado haciendo más accesible mediante un cancel el monumento que hoy luce aun de noche gracias a una cuidada iluminación que nos devuelve a su paso un hito de nuestra memoria histórica.
Ubicación: C/. Luis Montoto. Barrio de Nervión. Sevilla.