lunes, 24 de diciembre de 2012

De libros



En el estertor del año hagamos una firme apología de un ilustre compañero de sueños, el libro. Tomaremos de ejemplo a un polifacético beato agustino, filósofo y copista -previo a la difusión de la imprenta- que desarrolló su vida y obra allá entre Alemania y Holanda -qué buenos recuerdos me trae relacionar Gelserkirchen y Eindhoven de ambos países respectivamente- cuando el Medievo quería abrirse al Renacimiento. Thomas de Kempis nos dejó un aserto lleno de vigencia: In omnibus requiem quaesivi, et nusquam inveni nisi in angulo cum libro, que traducido libremente viene a decirnos: He buscado el sosiego en todas partes y solo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos. Leamos pues, cultura es sinónimo de libertad. Cuanto más leamos, más libres seremos.
Enlazando con lo expuesto, por último reseñar que si bien es importantísimo integrar los avances tecnológicos a nuestra cultura y que ambos formatos, libro impreso y libro digital, sabrán coexistir pacíficamente, no me despediría sin una bonita frase para el recuerdo: El papel más antiguo que se conserva fue fabricado con fibra de lino alrededor del año 150 antes de Cristo. No creerás que en 2013 la Humanidad dejará de imprimir, ¿verdad?

domingo, 25 de noviembre de 2012

Trafalgar Square



El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá? Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera!
(Rafael Alberti)


Puesta de sol en la playa de la Barrosa con el castillo de Sancti Petri al fondo, imán de fábulas y testigo de batallas navales y galeones transoceánicos hundidos en el gaditano mar de los sueños.

jueves, 23 de agosto de 2012

Andalucía es de cine

En el Oeste del este andaluz aún hay vida, un hálito que suspira por un tiempo pretérito pero con una sonrisa dibujada en su rostro, cobijado en un sombrero tejano de los rigores del astro rey y la orografía agreste, para todo gringo o foráneo que se presente en su poblado.


Más allá del desierto, enclave cinematográfico de las mejores cintas de western de la historia, te espera un mar turquesa que abraza sus calas y acantilados modeladas a capricho por la madre naturaleza conformando una obra de arte al aire libre y de exposición permanente.


Si idílico es el paisaje más te llega su paisanaje. Un carácter mediterráneo de cercanía en una tierra de emigrantes que en la actualidad atiende a la voz del reencuentro por las múltiples posibilidades de un porvenir reinventado y halagüeño. Ciertamente pudimos certificar que Andalucía sigue siendo de cine. Trade mark en un territorio donde la realidad siempre supera a la ficción.

jueves, 26 de julio de 2012

San Leandro

No hablaremos esta vez ni del convento frente a la pila del pato ni de uno de los obispos que flanquea a San Fernando en el escudo de la ciudad hispalense y del Sevilla F.C., el prelado hermano de San Isidoro y tío de Recaredo -el de la calle entre la Puerta Carmona y la Puerta Osario-. Sí lo haremos de un poblado escondido que junto a Marismillas, Vetaherrado y Sacramento forman parte del término de Las Cabezas de San Juan, casi fronterizo a la zona del arroz en la transición de la campiña a las marismas del Guadalquivir.


La reunión familiar de primos y demás consortes nos condujo este año a la pedanía de San Leandro en su cita estival que ya va cogiendo solera de tradición. En una parcelita, ampliación de las antiguas casas de renta de los trabajadores del campo que cultivaban estos lares -no solo arroz, también algodón, remolacha, otras legumbres y cereales-, nos concentramos en torno a una piscina que mitigaba las calendas de julio de la que niños y mayores no salieron prácticamente en todo el día nada más para cebarse con el condumio aprovisionado. Incluso la noche tuvo su fiesta hispanorromana que rindió honores a la civilización del Imperio que fue ocupando las riberas de aquel Lacus Ligustinus desecado que originó las extensas marismas -tenemos que ver más La respuesta está en la Historia de Canal Sur-.


Aunque los mosquitos nos crujieran a pesar de parches, lociones y otros potingues, lo pasamos auténtico, de verdad, con una familia que luce a gala el símbolo de su progenitor. También nos dio tiempo a departir con algunos lugareños en el único bareto multiusos de la zona y transitar sus calles desiertas que un día tuvieron vida y aún se daba la misa en su actual iglesia desvencijada.


Me atrae tu íntima soledad a la que nadie cantó, por ello esta reunión a modo de testimonio de su paso te inmortaliza estas letras de su fandango:


Hay una aldea en Sevilla
que se llama San Leandro
de gente llana y sencilla,
si aún la estás buscando
pregunta en Cá Villalba
allí te estarán esperando. (I.Medina/Familia Peregil)


Tu cante trae una brisa
con pará en San Leandro,
trabajo, sol y marisma
te ofrece su gente del campo
que no reniega de la tierra
de sus padres heredaron. (J.Lineros/Familia Peregil)



La vida nos llevará por otros derroteros, quizás no volvamos a hoyar aquella tierra, o sí, pero siempre nos quedará Villa Mosca en el recuerdo.

lunes, 25 de junio de 2012

Semilla de ébano


Érase una vez la historia de un alma nómada que llegó de puntillas a la llamada del Sur para marcharse años después dejando en su terruño una siembra que su humilde huella contemplarán generaciones venideras. Ahora con el paso de los días que no resuena el griterío, los aplausos, el calor de los focos sobre la hierba fresca del estadio, estas líneas sienten agradecidas la despedida de un gigante franco-malí que el tiempo convertirá en mito, el adiós de un destellante dorsal de leyenda y de una persona que dignifica como ejemplo la condición humana. Vino a Sevilla un calurosísimo día de agosto desde otro clima que nada tiene que ver como es el de la city londinense. Silencioso, fiel a una auténtica personalidad, con una maleta cargada de sueños en un ilusionante proyecto. Hoy con la satisfacción del deber cumplido tu legado es el recuerdo imborrable que se aloja en el rincón más profundo de los sevillistas y de la sevillanía de bien. Lyon, Londres, Bamako, Sakina y … Sevilla -como diría Machado-, pasando por Eindhoven, Mónaco, Glasgow, Madrid en dos ocasiones y Barcelona. Etapas de una vida plena que eclosionaron a los pies de la Giralda y de esa mezquita almohade con patio de naranjos en cuya Puerta del Perdón te ensimismabas leyendo su grafía de siglos. Auténtico símbolo integrador de culturas en la ciudad eterna.

Siete finales, seis títulos, máximo goleador y récord de partidos jugados por un extranjero con la camiseta blanca y roja. No quedan registros por batir, ni tu sencillez repara en lo realizado, tu procedencia humilde solo piensa en crecerse ante la adversidad para lograr un mundo mejor en esta selva que se ha convertido el planeta. Un futbolista con letras mayúsculas que vanagloria al deporte rey en contraposición a tanto mercachufla de cartón-piedra que no ven más allá de su propio ego. Te tocó vivir momentos muy tristes también pero cuántos más felices y bellos disfrutaste y nos ofreciste. Siete años de vivencias intensas.

Por primera vez te observé bailar claqué desde la grada en tu debut amistoso ante el Celta (5-0) un 21 de agosto de 2005 que iniciaba la temporada del Centenario y te despedí ceremonioso acompañado de mi niña en un partido de liga ante el Rayo (5-2, marcaste el último cómo no) una tarde de mayo de 2012 -siempre mayo en el recuerdo-, cediéndole a ella el testigo de un escudo convertido en pasión y sentimiento que un día me transmitieron mis mayores. Se sucederán otros homenajes recientes y futuros en el tiempo porque todos cerrarán sus ojos y soñarán que aún juega de blanco y rojo una alargada sombra que tantos valores nos transmitió.

Te vas de presencia física pero no dudes que tu semilla de ébano germinó en la pradera hispalense. Tus gestas serán evocadas porque fueron grabadas a hierro y fuego en la piel y la memoria de quien tuvo la dicha de presenciarte, resumidas en una sola frase con una tremenda carga emocional: Yo ví jugar a Kanouté. No hizo falta que te llevaran a hombros desde el Sánchez-Pizjuán hasta la Gran Plaza como a Biri-Biri, otro de los pioneros hermanos africanos que pisaron esta tierra por los setenta; tu bendita estampa émula de la artística escultura de Giacometti El hombre que camina, querido Frédéric Oumar Kanouté, se proyectará for ever con el número 12 a la espalda, el dorsal de la mejor afición del mundo. Y es por eso y mucho más que, colorín colorado esta historia no se ha acabado; seguirá latiendo por siempre jamás en el corazón de Nervión.

martes, 1 de mayo de 2012

Paisajes

La excursión festiva nos lleva a redescubrir el interior de la provincia. No hace falta irse tan lejos y cruzar fronteras para hallar lo que está tan próximo. Una villa alfonsí, casi absorbida por la metrópoli pero que aún conserva sus señas de identidad, su rico legado histórico y cultural, sus emotivas vistas y su paisanaje. Bañada por el río Guadaíra y rematada por su castillo vigía posa enhiesta ante la mirada del observador que no extraña otrora fuera lienzo inmarcesible de esa escuela de paisajistas de nombres ilustres como Jiménez Aranda, Sánchez Perrier o Arpa Perea que dieron a conocer internacionalmente este reducto andalusí de ensoñaciones mistéricas, primitivas, casi perdidas, de exotismo orientalizante, de eslabón perdido de los viajeros románticos decimonónicos. La de los molinos harineros, de quejío hiriente y flamenquería, sus inconfundibles pinares y canteras de albero siguen dando luz al terruño andaluz. Qalat Wadi ira, más allá de la belleza interior.

El tren de los panaderos partió de la estación de la memoria para surtir nuevamente a la ciudad universal y traernos ese olor penetrable de la masa horneada al calor de los recuerdos.

domingo, 15 de abril de 2012

La llamada de la sangre

Descendiente del mítico Juan Breva, aquel titán de San Roque cobró voz desgarrada y sentido homenaje en la figura de su nieto como cadena genética inquebrantable que jalona los senderos del Arte.

Decía la letra que ...con tu gubia dabas vida a los maeros… pues hasta la lluvia, que quiso tener leve presencia en este día gris, era risa y llanto desde el cielo de tu abuelo porque el cante y el toque de los Ortega –qué apellido más gitano, más flamenco y más torero- se hicieron carne de su carne. Y aquellas imágenes salidas de sus manos que te arropaban a cada lado del escenario cobraron aún más luz y fuerza si cabe escuchando tus airosas alegrías, la sentida soleá, los rítmicos tangos y las bulerías de cierre.

Se pueden decir mejor o peor los cantes pero que pellizquen es su finalidad, lo que los puristas -término en desuso porque lo jondo es puro mestizaje- llaman transmisión, y a mí en algunos instantes me arañó tu eco de la Baja Andalucía. Seguro que si él estuviera presente en un taller perdido de la memoria, te sentaría a su lado y te diría: …Niño, cántame susurrado un fandanguito. A Luis Ortega Bru, un genio con mucho compás.

domingo, 25 de marzo de 2012

Vísperas

El ciclo vital al hispalense modo, entendido en la versión etimológica de su raíz latina renasci­, se entiende renovado cuando el naranjo está en flor o se instala una rampa en la plaza del Salvador. Este tiempo previo significa la inmediación a algo grande que ha de suceder. La ciudad no cumple años, presume primaveras que en una de sus acepciones del diccionario de la RAE dice que es el tiempo en que algo está en su mayor vigor y hermosura. Tempus fugit pero apréstense a paladearlo mientras sic transit gloria mundi. Una eterna lucha con lo efímero pero qué grande es cuando ocurre.

domingo, 18 de marzo de 2012

Carta Magna

Nunca mejor dicho fue aquel texto normativo fundamental que parió la ciudad de Cádiz un 19 de marzo, festividad de San José, de hace doscientos años. Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación, al abrigo de las murallitas que frenaban la invasión napoleónica y reunidas en el Oratorio de San Felipe Neri, promulgaron la pionera Constitución Política de la Monarquía Española conocida históricamente por “La Pepa”. Una norma que servirá de referente para nuestro constitucionalismo y el de otros textos europeos y americanos por los principios y derechos fundamentales que proclamaba: Soberanía nacional, división de poderes, libertad individual y de imprenta…

Principiaba su articulado de aquesta manera, toda una declaración de intenciones:
Artículo 1.
La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Artículo 2.
La Nación española es libre e independiente, y no es, ni puede ser, patrimonio de ninguna familia ni persona.
Artículo 3.
La soberanía reside especialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a esta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Artículo 4.
La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad, y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen.
(…)

Sobre las Españas fíjense en los cielos que perdimos por lo que habría de llegar décadas posteriores:
Artículo 10.
El territorio español comprehende en la Península, con sus posesiones e islas adyacentes, Aragón, Asturias, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Cataluña, Córdoba, Extremadura, Galicia, Granada, Jaén, León, Molina, Murcia, Navarra, Provincias Vascongadas, Sevilla y Valencia, las islas Baleares y las Canarias, con las demás posesiones de África. En la América septentrional, Nueva España, con la Nueva Galicia y península de Yucatán, Guatemala, provincias internas de Oriente, provincias internas de Occidente, isla de Cuba, con las dos Floridas, la parte española de la isla de Santo Domingo y la isla de Puerto Rico, con las demás adyacentes a estas y al continente en uno y otro mar. En la América meridional, la Nueva Granada, Venezuela, el Perú, Chile, provincias del Río de la Plata, y todas las islas adyacentes en el mar Pacífico y en el Atlántico. En el Asia, las islas Filipinas y las que dependen de su gobierno.
(…)

En relación al gobierno y la separación de poderes expresaba lo siguiente:
Artículo 13.
El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bien estar de los individuos que la componen.
Artículo 14.
El Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada hereditaria.
Artículo 15.
La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Artículo 16.
La potestad de hacer executar las leyes reside en el Rey.
Artículo 17.
La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los tribunales establecidos por la ley.
(…)

Artículo 27.
Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan la Nación, nombrados por los ciudadanos en la forma que se dirá.
Artículo 28.
La base para la representación nacional es la misma en ambos hemisferios.

(…)

Inviolabilidad del domicilio:
Artículo 306.
No podrá ser allanada la casa de ningún español, sino en los casos que determine la ley para el buen orden y seguridad del Estado.
(...)

Derecho a la educación:
Artículo 366.
En todos los pueblos de la Monarquía se establecerán escuelas de primeras letras, en las que se enseñará a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión católica, que comprehenderá también una breve exposición de las obligaciones civiles.
Artículo 367.
Asimismo se arreglará y creará el número competente de universidades y de otros establecimientos de instrucción, que se juzguen convenientes para la enseñanza de todas las ciencias, literatura y bellas artes.
(...)

Libertad de expresión:
Artículo 371.
Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación alguna anterior a la publicación, baxo las restricciones y responsabilidad que establezcan las leyes.


Este sueño liberal lo borró de un plumazo dos años después Fernando VII con la instauración del absolutismo pero el espíritu de la Pepa será galeón varado en nuestra orilla del recuerdo que felizmente concelebramos en su efemérides bicentenaria.

domingo, 26 de febrero de 2012

La Monumental de Sevilla


En los terrenos de la Viña del entonces incipiente barrio de Nervión, Monte Rey en el callejero antes de intitularse avenida de Eduardo Dato, vivióse en la segunda década del siglo XX la construcción de un sueño. La versión gallista de toros para todos. Un efímero lapso de tres años donde más allá del arrabal de San Bernardo resonaron los ecos de la afición de masas de aquella época.

El emprendedor sevillano José Julio Lissén Hidalgo ideó un proyecto faraónico que compitiera con la Real Maestranza de Caballería en aforo y precios con el beneplácito y apoyo implícito de su amigo José Gómez Ortega -Joselito el Gallo- que encontraba en la otra orilla la rivalidad maestrante de Juan Belmonte. Manifestaciones propias de la Sevilla soñadora, arrebatadora y dual.

El arquitecto vasco Francisco de Urcola, con antecedentes en edificios de espectáculos como la desaparecida Plaza de Toros de San Sebastián (1903), proyectó en 1915 el coso de la Monumental de Sevilla con un corte neoclásico y contó con la colaboración en la dirección de obras de José Espiau y Muñoz. En su construcción se experimentó con el hormigón armado, sistema muy probado en Europa pero con escasa presencia en España y concretamente en Andalucía -por citar algunos ejemplos coetáneos, el Balneario de la Palma de José Romero Barrero (Cádiz, 1907) y las estructuras de la Plaza de España de Aníbal González (Sevilla, 1918)-.

La plaza que contaba con una capacidad para 23.055 espectadores, 10.000 asientos más que su rival baratillera, tenía la siguiente distribución de sus localidades: sombra alta, 1.882; sombra baja, 3.801; sol y sombra alta, 1.549; sol y sombra baja, 2.027; sol alto, 2.884; sol bajo, 3.851; andanadas de sombra, 3.538; y andanadas de sol, 3.523. Tenía 4 corrales, una corraleta de apartado y 12 chiqueros y una arena con 60 metros de diámetro. Su diseño era atractivo y funcional para los aficionados, de holgados asientos y vomitorios que permitían un rápido desalojo de los tendidos.


Tras trabajar duramente en su construcción durante el año 1916 Lissén quería su inauguración para la Feria de Abril de 1917 pero surgieron problemas con las pruebas de seguridad exigidas por la comisión de técnicos que no otorgaron su aprobación. Entre los inspectores se encontraban además del ingeniero Ramírez Doreste dos reputados maestros que darían gloria en esas décadas a la expresión artística del Regionalismo arquitectónico como Antonio Gómez Millán y Juan Talavera y Heredia, a más inri compadre y amigo personal de José Espiau respectivamente. La prueba de resistencia de 500 kilogramos por metro cuadrado colocada provocó al poco tiempo las primeras fisuras y en la madrugada del 10 de Abril de 1917 se vino abajo un tercio de su graderío, dando la razón al grupo colegiado de expertos en relación a la fragilidad de los elementos constructivos de la plaza.




El empresario Lissén no cejó en su propósito e incorporó a dos nuevos profesionales, el profesor arquitecto Carlos Gato Soldevilla y otro experto en hormigón armado, el ingeniero Juan Manuel de Zafra, que ayudaron a la reconstrucción del edificio pudiéndose abrir al público en la siguiente temporada. Finalmente fue inaugurada el 6 de junio de 1918 con un cartel compuesto por Joselito el Gallo, Posada y Fortuna con ganadería de Juan Contreras. Y así celebráronse ininterrupidamente espectáculos desde 1918 a 1920. En este meritado año, la gestión del coso pasó a la misma empresa que gestionaba la Maestranza que repartió incluso la cartelería de la Feria de Abril entre los dos cosos: cuatro festejos en la Maestranza y tres en la Monumental. Belmonte y Gallito torearon juntos en este plaza por primera vez el 22 de abril. Fue su última fiesta de primavera, al mes siguiente todo marchó al traste en Talavera. Maera, Facultades y Joselito de Málaga cerraron la última función el 30 de septiembre por San Miguel.



Múltiples circunstancias rodearon su misteriosa fatalidad y efímera andadura: ¿hormigón en mal estado por falta de agua para su fraguado adecuado y una proporción elevada de azufre en el cemento que atacó a la integridad de su armazón inicial creando un halo definitivo de inseguridad en su breve futuro?; ¿Presión constante de la aristocracia maestrante por el monopolio taurino frente a una burguesía creciente?; ¿La decisiva desaparición en mayo de 1920 de un mito del toreo que alentó su edificación? Aún no tenemos una respuesta cierta, todas coadyuvaron y ella sola se murió. El Gobierno Civil ordenó su cierre en 1921 iniciándose su progresivo derribo diez años después. Abandonada a su suerte hasta los años sesenta en que se produjo su completa desaparición por la construcción en su solar de los bloques de pisos que ocupan principalmente el núcleo residencial Óscar Carvallo, su decrépito coso sirvió para miradas curiosas, correrías de niños que soñaban algún día con ser ídolos y actividades variopintas como almacén de aceitunas y talleres de carpintería y herrerías en sus galerías interiores. No sabemos tampoco qué habría ocurrido si hubiera sobrevivido a los avatares: la afición taurina se vio sobrepasada por la práctica del fútbol en virtud de las modas con lo que dos plazas de tal envergadura en Sevilla parecería excesivo e inviable, ¿habría impuesto su hegemonía a la intocable Maestranza?, probablemente habría sido objeto de la inmobiliaria especulativa o quién sabe si envoltorio-reliquia de un centro comercial más como las Arenas de Barcelona.


Sueños rotos de una ilusión taurina que durmieron para siempre la realidad que le tuvo deparado el destino. Si paseamos ante su sombra frente a los jardines de la Buhaira solo veremos un minúsculo testimonio de lo que fue: una puerta de acceso tapiada convertida en vado permanente de la historia.