miércoles, 13 de enero de 2016

Olavide



Aunque a algunos solo les suene a nombre de Universidad, Pablo de Olavide y Jáuregui (Lima 1725 – Baeza 1803) representa la figura ilustrada de la época, controvertida y polifacética, que nos llegó a España procedente del Perú colonial. 

En su vertiente política, le fue encomendado por Carlos III los proyectos de colonización y repoblación en zonas del sur peninsular para lo que fue nombrado en 1767 Intendente de Andalucía y Asistente de la ciudad de Sevilla -urbe natal de su abuelo materno-. 

Concibió un nuevo trazado local urbanizando calles y plazas y dividió la ciudad en cuarteles, barrios y manzanas -como muestra el azulejo de la imagen-, y encargó el primer plano topográfico de Sevilla. 

Este ejemplo de azulejo cerámico con la división administrativa de Olavide aún reza en la calle Archeros sevillana, paredaño a la Iglesia de Santa María de la Blanca en las proximidades de la Puerta de la Carne.