lunes, 23 de marzo de 2020

Desde lo alto

A la espera que tu templo del Ramón Sánchez-Pizjuán vuelva a recibir en comunión a su gente que lo hace ininterrumpidamente desde 1958, mucho antes en el solar contiguo del campo del viejo Nervión de 1928, plasmo estos versos del poeta aljarafeño Antonio García Barbeito dedicados a su pasión y ciudad definitivas:




Si dibujo la Giralda
y un cielo azul por arriba,
la rocío de azahar
y de vieja sangre artista,
le pongo un río a sus pies
y pongo versos de orillas,
la pongo frente a la luz
y hasta la luz siente envidia,
y echo a rodar un balón
por un Nervión futbolista,
el fútbol se hace pasión
que no golpea, acaricia.
Blanquirrojea en el sur
la pasión definitiva.
Y por más que otros se empeñen
en volcar ortografías
y escriban siempre con B
lo que es con V inequívoca,
esta ciudad, esta mujer,
esta gloria fugitiva
solamente tiene un nombre
con siete letras: SEVILLA.