miércoles, 25 de febrero de 2009

Ceniza de ramos de olivo



Cuarenta días para el Domingo luminoso como el que pregona aquel vástago penitente que luce la Giganta en el bronce de su palma. Ella es la Fe inmarcesible que grita a los cuatro vientos del cielo sevillano.

Tiempo de reflexión, de preparación del espíritu y de transformación.

Disfrutemos este tempus fugit, que indefectible se nos escapa in ictu oculi, pero que deja un poso de deleite para los sentidos: la luz dorada en las candelerías, el sabor a melaza del obrador conventual, la seductora caricia de la Esperanza por lo que ha de llegar, la nota interior de su sinfonía cofradiera, el aroma evanescente de sus céntricas plazas. Y Dios.

Atravesemos el cancel que araña la memoria sin olvidar quia pulvis es et in pulverem reverteris. El tiempo y la ciudad.

domingo, 15 de febrero de 2009

De tangos por febrero


La locura del Falla entra en su recta final, el Concurso de coplas carnavalescas al sueño gaditano dará paso a la explosión de la calle donde brota la primavera anticipada. Qué tendrá este maravilloso mes que poco a poco nos va cambiando el ritmo de nuestros pulsos para, sin solución de continuidad, adentrarnos en el rito de la Cuaresma sevillana que la luz de las tardes soleadas ya proclaman. Paradoja y dualidad siempre significan vida en el terruño andaluz, una sabia forma de entender la existencia.

No sólo canta el que canta
que también canta el que llora,
no hay penita ni alegría
que se quede sin su copla
Manuel Machado

Nadie mejor que este pueblo para interpretar sus desgracias en clave humorística, ni tener la capacidad talentosa de reírse de lo serio. Me daré una vueltecita por la Alameda de Hércules, gaditano cahíz de tierra sevillana, para evocar el legado con letra y música de Las Viejas Ricas, El Tío de la Tiza y la murga de Regaera de aquella Sevilla de cafés cantantes, cuartitos y reservaos.

domingo, 8 de febrero de 2009

A comienzos del siglo XX


“Todos los hombres, de cualquier nivel social, ideas religiosas o políticas, tendrán aquí cabida”. Frase extraída del discurso pronunciado por el jerezano D. José Luis Gallegos en la cena conmemorativa de la aprobación de los primeros Estatutos del club decano del fútbol sevillano, cuyo artículo 3 recogía expresamente la naturaleza interclasista y democrática de esta Sociedad incipiente, que buscaba llenar de valores la inglesa y nueva práctica de los jóvenes denominada foot-ball. GRANDE desde la cuna, no sólo en el mensaje.