domingo, 10 de abril de 2022

El pájaro morado

El hombre quería... Su compás, su amor, sus notas... Pero imposible trabajo el de trazar la historia funcional de la mudable maravilla. Y grave profanación -el auténtico sacrilegio-, delito insigne el de encristalar en los quirófanos de la lógica ese trozo virgen de la naturaleza, el de enjaular ese gran pájaro morado que cruza siete días en el cielo de Sevilla. Mejor sería, quizás, seguir su vuelo de milagros: cuando aletea en las esquinas, cuando anida bajo los pasos, cuando es el ruiseñor de las tabernas y la paloma de la Trinidad... Mejor eso que arrancarse el corazón y ponerlo sobre las cuartillas como un pisapapeles mientras se presume, en vano, de tener un raciocinio insobornable.

Antonio Núñez de Herrera