En la parte central de la foto, en los terrenos de la Huerta del Rey,
aparece la vista aérea del edificio del Colegio Portaceli, una institución
docente ejemplar en Sevilla encargada de formar a múltiples generaciones y que
aún persevera extraordinariamente su labor de magisterio. En 1928 la
Compañía de Jesús compró las 28 hectáreas que lo rodean pero no se inauguró
hasta 1950 parcialmente y hasta 1956 no fue terminado según proyecto de Antonio
Illanes del Río.
La parte inferior de la imagen nos dibuja, aún perviven, los
cimientos de la planta de un proyecto faraónico de Aníbal González, la Basílica de la
Inmaculada Milagrosa, una colosal catedral neogótica de más de 100 metros de
altura en sus torres que durmió el sueño de los justos tras la muerte del
afamado arquitecto regionalista en 1929. A su izquierda el palacio de la
Buhayra, reverberación de la residencia extramuros de los califas almohades de huertas
exóticas y gran alberca, cuya recreación visible en forma de pabellón neonazarí de 1891 -hoy Centro Cívico- con su otrora y todavía perceptible sombreada inscripción “María de los Ángeles” -Medina Garvey- alude a su pasada pertenencia a la
casa ducal de Medinaceli.
En la parte superior derecha se observan los pisos
promovidos por la Diputación Provincial junto al “Viejo Nervión”-actual
cuadrícula que ocupan Nervión Plaza, Edificio Galia Nervión y Novotel Sevilla
Marqués del Nervión-, antiguo y célebre campo de juego y testigo de gestas
del Sevilla F.C. hasta la construcción en la parcela anexa posterior del
Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán inaugurado en 1958.
La parte superior izquierda de la foto nos muestra importantes
complejos fabriles como la Fábrica de Envases Metálicos -la fábrica de latas
conocida popularmente- situada en la Huerta de Las Palmas cuyo lugar lo ocupa
en la actualidad un parque y el I.E.S. Luca de Tena, frente al solar de las
Religiosas de la Caridad del Buen Pastor -actual Colegio- . Más a la izquierda
la Carpintería de Manuel Casana, pujante fábrica de madera -IKEA local de la época-,
con gran participación en la Exposición Iberoamericana de 1929 y ventas a nivel
nacional hasta finales de los cincuenta que languideciera. Y por último apunta
la imagen, las naves de El Progreso Industrial (1927, Antonio
Arévalo Martínez), la mayor fábrica de hielo, gaseosas, agua de seltz y jarabes
en aquellos tiempos y posteriormente de refrescos tras adquirirla La Casera,
cuya fachada regionalista a la calle Luis Montoto todavía avisa de su pasado; justo a
continuación de ésta se vislumbra en la Huerta del Cortijuelo, hoy terrenos donde
se alza el Hotel Meliá Lebreros, los almacenes de aceites y cereales de García
Longoria y Cía construidos sobre planos de Vicente Traver.
Un guiño al proceso de transformación de un tiempo pretérito para conocer más
a fondo nuestra identidad con el espacio que habitamos, nuestro barrio de
Nervión.