Estas fechas son un continuo recorrido a lo interiorizado, no sólo por el acontecimiento que celebramos de un hecho histórico acaecido hace más de dos mil años. La infancia pellizca irremisiblemente a nuestro álbum y en ese arcón de recuerdos se hallan imágenes de los que aún siguen el camino y de los que nos dejaron su huella.
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;(...)
Antonio Machado
Y aquel patio frente al descampado de Santa Justa, que hoy yace desnudo de alma, era un permanente trasiego de niños desde la mañana a la noche. Los Vidal, Calderón, Melcón, Patón, Drake, mis vecinos estepeños que traían el olor y el sabor de las Pascuas, etc., eran apellidos con sus propios nombres, pasajeros de viaje en múltiples correrías. Una comunidad de tres bloques de 7, 9 y 11 plantas respectivamente con zonas ajardinadas y parking en superficie cerraban el círculo. Fútbol y más fútbol, y otros muchos deportes, juegos, belenes, regalos, miles de anécdotas, aprendizajes y momentos gratificantes compartidos. Las vacaciones escolares daban paso a más de quince jornadas donde deteníamos las manijas del reloj. Familia y amigos, dónde iríamos sin la una y sin los otros. Allí adquirimos valores nada alejados de lo que propuso el mensaje de aquel Niño y que todavía nos acompañan. Transmitir ese hueso del puchero en román paladino, ese tuétano de la memoria a los que nos suceden, será siempre un valioso presente. Aquellas voces, además de la de mi madre llamándome para comer, aún resuenan en el patio donde mi infancia siempre sigue esperándome. Hagámoslo más fácil a los demás. Feliz Navidad a todos.
domingo, 19 de diciembre de 2010
viernes, 19 de noviembre de 2010
Patrimonio de la Humanidad
En su seno se halla la herencia del mestizaje cultural de la tradición andalusí, la etnia gitana, la repoblación castellana, o el intercambio transoceánico con el continente americano, entre otros marcadores históricos; pero esta expresión genuina del pueblo andaluz se codifica principalmente como género artístico en la segunda mitad del siglo XIX. Los estilos flamencos se estructuraron entonces como hoy podemos apreciarlo con la pátina de la natural evolución temporal y la aportación personal de los creadores.
Hijo de la fiesta dio el salto del ámbito privado al público desde su cuna. Fue espectáculo desde sus inicios -si no era en cuevas, corrales, moradas o patios vecinales, allá que iba a ventas, colmaos, casas aristocráticas y escenarios teatrales-. Esta amalgama de músicas y culturas combinó en su evolución histórica, debido a su espíritu transgresor, la paradoja de una reconocida admiración con momentos de pública repulsa y denostación. En él se resumen caracteres propios como rebeldía, pena, bohemia o marginalidad, propios de sectores sociales deprimidos y enclaves poblacionales muy determinados. Aquella atracción por lo popular, lo supuestamente incontaminado -ya aparecía entonces la polémica pureza-, como reacción a los reformadores ilustrados de esa influencia moderna imperante, llevó a despertar el interés de intelectuales, literatos y viajeros foráneos, ávidos de exotismo, a partir de los últimos tercios del siglo XVIII y principalmente en la centuria decimonónica. La cualidad de saberse diferente y diversas miradas fueron creando esa imagen estereotipada para sentar las bases de su ejecutoria.
La influencia de la zona geográfica ha sido fundamental en la génesis y desarrollo del Flamenco, ésta fue el barro que modeló la esencia flamenca y existe poco margen a la duda si indicamos que se obtuvo en la tierra andaluza, con distintas áreas geográficas pero con una conexión específica con los sectores populares de Andalucía la Baja y por extensión a todo la realidad andaluza; núcleos urbanos -arrabales con importante presencia de población gitana y receptores del mundo rural en busca de oportunidades-, agrociudades que ocupaban zonas latifundistas -aparte de lo mencionado aquellos desposeídos que buscaban su jornal en las explotaciones agrarias y oficios vinculados- y zonas rurales y extractivas -gañanías de los cortijos del Bajo Guadalquivir y otros focos mineros-. De ahí exportóse a la generalidad.
La temática de las letras flamencas constituyen propiamente un reflejo existencial de la procedencia de este arte popular, expresión globalizadora y auténtica del sentimiento del pueblo y el habla andaluza. En la copla flamenca, unidad músico-literaria, se hallan omnipresente el amor, la muerte, la madre, la mujer y las relaciones familiares, otros valores como el trabajo, el honor, la justicia, la verdad, la religión, los acontecimientos socio-políticos, hechos históricos, la cotidianeidad en definitiva.
Flamenca, tendrás presente
lo flamenquillo que he sío,
chiquilla, para quererte.
Popular
A la soleá le dije:
que si arrendarme quería,
un cuarto aunque fuera chico,
por el resto de mi vía.
Popular
El flamenco actual alcanza cotas de arte universal con peso en la industria artística cultural y en la actividad económica que genera. La cualificada especialización en el cante, toque y baile incluso en otras disciplinas -el concepto del grupo musical que arropa al artista, diálogo musical más participativo- difiere con el aprendizaje omnicomprensivo de una etapa anterior donde el artista cantaba, sabía tocar la guitarra y además bailaba lo aprendido por genealogía o hábitat próximo. Las herramientas de aprendizaje con las nuevas tecnologías desbordan el fenómeno transmisor anterior. Su programación extiéndese a los cinco continentes donde el teatro como espacio escénico se superpone a recitales en festivales, concursos, peñas, tablaos, etc. No es sólo una música del mundo, es un hecho social total, integrador de minorías y ejemplo de multiculturalidad. Gloria a ti, Flamenco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Villas de Nervión

A la sombra del icono de la fábrica Cruzcampo y de la Gran Plaza desaparece lentamente la huella regionalista del primer tercio de siglo xx. Edificios próximos a la centenaria existencia, consustanciales y singulares al propio espacio que le circunda, retrotraen a la memoria aquel suelo residencial extrarradio al casco histórico sevillano hoy absorbido por el crecimiento desaforado de la urbe; son las míticas Villas de Nervión. Sólo quedan unos pocos testimonios del pasado pero a este paso sucumbirán a la vorágine especulativa privada sin un adecuado nivel de protección autonómico y municipal, pues un reciente estudio del profesor de la E.T.S. de Arquitectura Jorge Benavides y su grupo de alumnos universitarios que trabajan este aspecto revela que el índice de destrucción de la arquitectura regionalista alcanza en esta zona el 50 % del total construido -sólo coexisten diecinueve y veinte ya fueron sangre de la piqueta-, mucho mayor que el 20% arrojado de la obra completa regionalista verificada en la urbe en las agresivas últimas cuatro décadas.
Mas que estas edificaciones se hallen bajo dominio público requiere una conciencia de preservación aún superior si cabe, pasó con Villa Gracia -actual sede del Distrito Nervión y antigua clínica del Dr. Guija que si bien en el jardín se colmató bloque de viviendas de nueva planta lo que se refiere al chalet mantiene el diseño arquitectónico regionalista de Antonio Arévalo Martínez de 1919- y verbigracia con Villa Julita -chalet de 1923 reformado por la Gerencia de Urbanismo en 1986 con algunas transformaciones pero que conserva el aire regionalista en un edificio dejado a su suerte y abandono pues desde hace varios años no recibe uso público alguno este antiguo centro de formación juvenil-. Esperemos que la intervención futura sobre otro chalet regionalista de Juan Talavera y Heredia para Inmobiliaria Nervión con fecha de proyecto en 1923 situado en la calle Juan de Oñate nº 12, actualmente de propiedad pública con un acuerdo de sus actuales inquilinos, ampare la tipología y materiales del regionalismo arquitectónico sevillano que impregnó de personalidad propia el casco urbano y áreas limítrofes de la ciudad. El suplico de mis líneas solo pide a la máquina administrativa que ni barrunte otro trágico sino para que ese espacio sea solaz de un frío cubo de nuevo cuño, apelen por su adecuada restauración para su función pública y social si es el destino elegido.
La senectud de su pose elegante mantiene el decrépito encanto de un tiempo pretérito, su piel arrugada en su fachada descarnada transmiten el rigor de muchas estaciones sobre su belleza enhiesta, sus torreones claman el oxígeno de aquellas huertas que se divisaban en lontananza. Es el paisaje sentimental y constructivo de una vecchia signora, familiar a sus convecinos, enraizada a aquel lugar y que no desea conocer otro camino. Mantengamos su espíritu si este barrio aún muestra su carácter originario al calor de la urbanización de una ciudad jardín dentro de las líneas residenciales de ensanche de la Exposición Iberoamericana de 1929.
martes, 28 de septiembre de 2010
Colegio Alfonso X el Sabio




domingo, 19 de septiembre de 2010
Bodega La Goleta

El local pertenece al edificio art decó de la calle Martín Villa, 10, cuya piel de fachada ennegrecida necesita una limpieza de cutis integral de rejuvenecimiento. Esta casa de viviendas y comercio, promovida por Gabriel Riesco y ejecutada por el arquitecto Juan José López Sáez, con proyecto de 1931 y terminación en 1933, abraza a un edificio regionalista de esquina terminado en el mítico año de 1929. La zona en cuestión es fruto de la profunda transformación producida en 1926 con la apertura y ensanche que dejara el espacio escénico del célebre Café Novedades de Sevilla -arte en los cuatro puntos cardinales-.
La taberna es de planta rectangular (3 m. de ancho x 7 m. de largo), con entrada por ambas calles, zona de ventas con mobiliario de mostrador curvado con frente de azulejos trianeros de cuenca, tapa de mostrador de madera de caoba barnizada y reposapiés de fábrica; en la parte posterior, embutidos en el muro, toneles-panderetas de distintos tipos de vinos, mobiliario auxiliar y repisas expositoras con botellas de firmas legendarias. En las paredes, zócalo alto de azulejos trianeros de cuenca. Al fondo, hornacina con bocoy y rótulo del nombre del establecimiento en letras de imprenta sobre el paramento. Entre otros detalles, un rancio espejo publicitario donde cuelga un rabo cortado en la Real Maestranza de Caballería y fotos enmarcadas de las vivencias de tan sacrosanto lugar. En la trastienda, un brevísimo almacén con una escalera para el acceso a la entreplanta que aprovecha la altura de los techos y que también sirve de almacenamiento en su parte superior.
Detengan el tiempo, entren, consuman ese rato íntimo asegurado para cavilar o charlar de lo que se tercie, y paladeen el sabor añejo de la actualidad con una buena tapita acompañada de una Cruzcampo bien fría, en clásico tirador o en botellín helado que imponen las nuevas modas, o de un vino del Condado que nos levante el ánimo, por algo los antecesores son de la estirpe tabernera manzanillera y villalbera asentada en la Sevilla de la posguerra y que, como las tiendas de montañeses allegados a esta tierra en el pasado siglo, tanta gloria gastronómica ofrecen a la ciudad. Para aliviar el gaznate con bebidas generosas -antiguamente se estilaba más la copa de machaco o de centenario, todavía algún veterano lo pide-, tomaremos el joven mosto en su tiempo, el vino blanco del Condado de Huelva, los vinos dulces naturales -el de naranja o el moscatel-, la manzanilla sanluqueña o el tinto… y para picar, la breve cocina de antes de huevos duros, tiras de bacalao o caballa entera en aceite y los inevitables altramuces, da paso hoy a cualquier variedad de montaditos, excelencias ibéricas, queso, chicharrones, arroz o garbanzos con bacalao en determinadas ocasiones; y por supuesto en la época próxima al verano, un clásico de siempre, los célebres caracoles.

POST.- Con fecha 6 de junio de 2013 la vieja goleta, cansada
de largas travesías, abarloó su casco al muelle de la memoria colectiva
amarrando por fin su jarcia y aparejos. Sesenta y un año surcando tempestades y
temperaturas extremas en los mares de los cinco continentes dan mucho de sí,
historias de muchas vidas, como para anclar definitivamente su recuerdo a sangre y
fuego en la tierra firme de generaciones venideras que transmitirán con orgullo su romántico
pasado familiar.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Indianos
Poneros esa ropa blanca de lino que huela bien fresca y disfrutad en compañía de los amigos despidiendo este caluroso verano.
Aquí por el Sur siempre recreamos la mirada a la llegada de los galeones indianos que entonces remontaban el Guadalquivir para alcanzar la Torre del Oro cuando Sevilla era Puerto y Puerta de América en los siglos XVI al XVIII que finalmente fue trasladada la Casa de Contratación a la vecina metrópoli gaditana.Me despido con el estribillo de Antonio Burgos que cantara Carlos Cano a compás de tango en sus Habaneras de Cádiz -otra ciudad de quitarse el sombrero-, que da fe de la hermandad:
Que tengo un amó en La Habana,
y el otro en Andalucía,
no te he visto yo a ti, tierra mía,
más cerca que en la mañana,
que apareció en mi ventana
de La Habana Colonial
tó Cádiz...
La Catedral, la Viña y el Mentidero,
De verdad que no exagero,
si al cantar la habanera repito:
La Habana es Cádiz con más negritos,
Cádiz, La Habana con más salero.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Una casa en el barrio

La imagen que observan, donde esquineras confluyen las calles Luis Montoto y Marqués del Nervión, es un vivo ejemplo del regionalismo sevillano arquitectónico que preponderó en el primer tercio del siglo XX y dotó de singular personalidad a nuestra Sevilla de mis entretelas. Su autoría se debe a uno de los más preclaros protagonistas –Aníbal González, Juan Talavera y Heredia, Antonio Arévalo Martínez, los Gómez Millán, entre otros muchos coetáneos- de este movimiento artístico, José Espiau y Muñoz (1879-1938), Arquitecto Espiau según los términos con que firmaba sus proyectos más destacados.
El edificio fue construido en torno a 1920 como prototipo de villa familiar de las que apenas sobreviven en el barrio, entonces extramuros y residencial de Nervión, que por estas fechas se iba conformando. El chalet “Villa Josefina” cuyo promotor fue Ricardo Luque Luna, ha pasado por diversos usos en su dilatada historia como su reforma en 1941 para convertirse en hospital -Clínica Nuestra Señora de Regla- o en las últimas décadas restaurante de las delicias gastronómicas a orillas del Duero -Asador de Aranda-.
Innumerables obras regionalistas de su manufactura, también un par de guiño inicial modernista, jalonan nuestra urbe para gozo de los que aún pueden disfrutar de su arte: El edificio “Ciudad de Londres” en la esquina de Cuna con Cerrajería, el edificio de “la Adriática” o las casas de Antonio González fronteras a la Puerta de San Miguel de la Catedral en la Avenida de la Constitución, el edificio de Pedro Roldán en la Plaza del Pan, o el insigne Hotel Alfonso XIII junto a la Puerta Jerez son testimonios de la Sevilla que se reinventa con el transcurso de los tiempos.
El edificio fue construido en torno a 1920 como prototipo de villa familiar de las que apenas sobreviven en el barrio, entonces extramuros y residencial de Nervión, que por estas fechas se iba conformando. El chalet “Villa Josefina” cuyo promotor fue Ricardo Luque Luna, ha pasado por diversos usos en su dilatada historia como su reforma en 1941 para convertirse en hospital -Clínica Nuestra Señora de Regla- o en las últimas décadas restaurante de las delicias gastronómicas a orillas del Duero -Asador de Aranda-.
Innumerables obras regionalistas de su manufactura, también un par de guiño inicial modernista, jalonan nuestra urbe para gozo de los que aún pueden disfrutar de su arte: El edificio “Ciudad de Londres” en la esquina de Cuna con Cerrajería, el edificio de “la Adriática” o las casas de Antonio González fronteras a la Puerta de San Miguel de la Catedral en la Avenida de la Constitución, el edificio de Pedro Roldán en la Plaza del Pan, o el insigne Hotel Alfonso XIII junto a la Puerta Jerez son testimonios de la Sevilla que se reinventa con el transcurso de los tiempos.
miércoles, 2 de junio de 2010
Peregrinación
sábado, 6 de febrero de 2010
A la verita de la Giralda
La torre vigía de la ciudad vela a escasos metros por la que duerme en la Capilla Real, la Patrona de Sevilla y de su Archidiócesis. Un lema corona su camarín: PER ME REGES REGNANT. En un día de presentación de los niños, como lo hicieron con el joven galileo en el templo, no dejo de recordar la mañana del 15 de agosto donde ese estribillo repica:
…toca que toca,
la Giralda a las ocho,
toca que toca,
la Giralda a las ocho
se vuelve loca.
En mi sentido homenaje te entrego dos varas de nardos.
…toca que toca,
la Giralda a las ocho,
toca que toca,
la Giralda a las ocho
se vuelve loca.
En mi sentido homenaje te entrego dos varas de nardos.
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